jueves, 30 de septiembre de 2010

No se si quiero vivir. No se si quiero morir.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

525.600 minutos. 525.000 momentos de luz. 525.600 minutos. ¿Cómo podremos un año medir? ¿En días, en tardes, en charlas de media noche? ¿En besos, temores, risa y dolor? En 525.600 minutos. ¿Con qué medimos un año que fue? Solo con amor. Ciclos de amor. 525.600 minutos. 525.000 tareas que planear. 525.600 minutos. ¿Cómo podremos medir una vida que se va? ¿Cuánto aprendió, en cuanto lloro? ¿En cuanto perdió y cómo murió? Cantemos unidos en honor a la amistad. Hoy, celebremos con amor por un año más. Solo con amor. Ciclos de amor.
RENT

lunes, 13 de septiembre de 2010

A plena luz del día, te vi. Ahí parado como si nada. Pensé que ibas a cumplir tu promesa. Esperé. No sabía qué excusa inventar, pero tú no venías. Parado sobre el cordón de la vereda, no hacías ningún movimiento para que me ilusione. Yo te miraba. Cuando por fin tus ojos se cruzaron con los mios, cambiamos de dirección, los dos avergonzados. Seguías sin cumplir tu promesa. Ellos querían que me vaya, pero yo tenía la esperanza de que vinieras. Muchas personas salían a la calle, algunos me empujaban. Pero yo te tenía fe. No me importaba nada, pensando que vendrías. Tú seguías parado ahí, con la misma rutina de las miradas. El tiempo pasaba y nosotros no nos movíamos. Te esperaba pero no avanzabas. Ellos me insistían pero yo te quería conmigo. Después de un tiempo, totalmente desilusionada decidí alejarme de ti. Mis pensamientos seguían enfocados en esos minutos en que te vi, pero sabía que no vendrías.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Quedate tranquilo, todo va a pasar. Se que te duele, que sufrís, pero en la vida hay que enfrentar cada batalla como si fuera la última. Por un error mio te escuché, te entendí. Mis ganas de abrazarte y de estar contigo eran cada vez más fuertes. Aunque muchas veces no lo demuestre, eres muy importante en mi vida. Hoy, yo en la escalera y tú en el sillón, te necesité mucho más que otras veces. Esas lágrimas que no llegaba a ver, caían más rápido que mis latidos. Al escucharte se me comenzó a borrar la vista. Un nudo en la garganta no me dejaba respirar. Te necesitaba. Necesitaba abrazarte y estar contigo. Muchas preguntas aparecieron en mi mente. Todas con una respuesta cruel. Unas risas lejanas me hicieron sentir mejor. Pero seguía sintiendo que no estabas bien. Estabas triste y sintiendo soledad. Hoy, más que nunca, te quise... te necesité.

sábado, 11 de septiembre de 2010

¿Qué te pasa? No sos el mismo que conocí. Ahora eres distinto, por favor vuelve a mi. En tus ojos se reflejan los recuerdos que quedaron de nuestra felicidad. Ahora queda esta soledad que me atrapa y no puedo vivir. Ven conmigo, que sin ti no soy feliz. Vuelve a mí, te lo pido, por favor. Ya no eres el que conocí. Abrazame. Vuelve a mí, solo ven y quédate. Ya no puedo quedarme aquí, sin tí. No sabes que por tí doy todo lo que tengo. No ves que por tí estoy sufriendo. Quisiera que tus besos tengan el sabor de antes, y solo lo que tengo es este vacío acompañante. Vuelve a mí, te lo pido, por favor. Ya no eres el que conocí. Abrazame. Vuelve a mí, solo ven y quédate. Ya no puedo quedarme aquí, sin tí.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Hay muchas otras vidas que tenemos. Hay muchas otras vidas que hemos tenido. Hay sueños que aparecen y desaparecen. Sueños que son lo que uno ha sido en otras vidas. No morimos nunca, solo vivimos en un sueño infinito.
La adolescencia es como una fiesta en la azotea de un paisaje urbano. Si miras abajo el pasado se revela. Si miras arriba buscando un sueño que nunca aparece en tu cielo, el futuro se marchita.