miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Por qué me lo haces tan difícil todo? Es una mierda esto que siento. ¿Quién me mandó a fijarme en alguien como vos? No paro de pensarte ni un segundo. Te pensás que al ser más grande sos mejor. Siempre soy yo la que termina sufriendo. Me arté de sufrir. Del simple hecho de saber que nunca te vas a fijar en mí, se me forma un nudo en la garganta. No puedo evitar esto que siento por vos. Trato de olvidarte y no puedo, ya formás parte de mi vida. Por más que sepa que esto no es amor, no dejo de pensarte ni de soñar. Me dan ganas de gritar, de llorar. Esto de querer tanto a una persona y sufrir por dentro no me va. Pero no puedo dejar de hacerlo. Me estoy matando a mí misma. Quiero parar pero el verte me debilita. Sos tan perfecto para mí. Te siento cerca y miro para otro lado, no te quiero saludar, trato de no mirarte, pero nada de esto me alcanza. A pesar de esto, me encanta la sensación de que me estás mirando, de que por lo menos un poquito te importo. No se por qué siento que cada día te estoy perdiendo, y no quiero, aunque sea lo peor lo que me pasa por dentro. No te quiero perder. Cada vez que estamos cerca me agarran ganas de ir corriendo abrazarte y pedirte que nunca me sueltes, decirte que no te puedo olvidar, que ya sos parte de mi vida.

martes, 23 de agosto de 2011

Ya se que lo nuestro nunca va a pasar, pero yo misma soy la que siempre dice que "NUNCA DIGAS NUNCA". También se que sabes que me pasan cosas con vos. No se si eso es bueno o malo. Trato de analizarlo, pero no llego a ninguna conclusión, ni tampoco me decido. Cada vez que te me acercás quedo como una tonta hipnotizada que no sabe qué decir y hacer, me cuesta mirarte a los ojos cuando estamos cerca y me olvido de todo en un instante. De lejos, no puedo dejar de verte. Te pienso y muero por estar un rato con vos. Te miro y pienso cómo puede haber un ser tan perfecto como vos en este mundo. Tu sonrisa es la más linda que jamás vi en este mundo. Aquél día que me saludaste, mirarte y ver cuando me sonreías fue una de las mejores decisiones que puede haber tomado.
¿Sabías que verte, saludarte y hablar con vos me hace feliz? Sos una de esas personas que el verte me alegra el día. No quiero que me faltes nunca. Ya se que no te tengo tan cerca como deseo, pero no me imagino sin verte, saludarte y hablarte. Hoy, temprano, cada vez que nuestras miradas se cruzaban me avergonzaba y, a la vez, me ponía tan feliz... porque quería decir que por lo menos me estabas mirando. Tus amigos me hace dudar. Bajaba la escalera, escuché que dijeron tu nombre y todos me miraron. Pero tampoco me importó mucho, a lo mejor fue una casualidad. Tengo miedo de que todo lo que logré hasta ahora se acabe en un segundo.

lunes, 8 de agosto de 2011

Ya me cansé. Estoy harta que casi no tenga vida. Siento que me sobreexigen demasiado, no puedo más. Necesito irme de nuevo, pero a otro lugar. Uno donde pueda descansar y despejar mi mente. Se nota que me gusta las cosas difíciles. Yo ya sé que nunca te vas a fijar en mí, pero te sigo pensando todo el tiempo. Ya hasta me harto de mí misma de tanto pensar en vos. ¿Qué es lo que tengo que hacer? Intenté olvidarte. Misión imposible. Traté de no mirarte, no pensar en vos y viniste, me miraste, me saludaste y me sonreíste. ¿Cómo me puedo olvidar de vos si me hacés esto? Igual, yo soy la tarada que sigue con todo esto, porque si fuese por vos esto no avanza nunca. Encima de todo esto, el colegio. No me deja ni respirar. Hoy, un día de mierda.

sábado, 6 de agosto de 2011

Llegó el día. Ese en que por fin te iba a volver a ver. Me desperté tan ansiosa que cuando me miré al espejo del baño sonreí y pensé: "Por fin, después de más de dos semanas te veo." El frío de ese día me congelaba los huesos al cambiarme. Al salir a la calle, el viento me enfrió mis orejas al aire ya que tenía hecha una trenza cocida con todo mi pelo. Cuando estaba en el auto, en la esquina de mi colegio te busqué a ver si te veía. No había rastros tuyos, pero no me preocupé porque supuse que ya estarías dentro del colegio. Llegué y traté de no buscarte para no ser tan obvia y quedar desesperada por verte. Saludé a mis compañeros del curso que hacía días que no veía y me preguntaron por mis vacaciones. Una vez que terminé de saludarlos fui directamente a donde estaban mis amigos, casualidad que era cerca de donde vos siempre estás. Fuimos al bufet del colegio y te vi entrar, pasaste por al lado mío pero no te registré. Vos tampoco me registraste a mí. Formamos y no te vi. Llegó el recreo, te busqué pero sólo encontré a tus amigos. Ni rastros tuyos por ningún lado. Tocó el timbre y fuimos a formar. Te busqué de nuevo y tampoco te vi. Después de 3 minutos estabas de espaldas yéndote a tu curso. Te reconocí por tu forma de caminar y tu forma de ponerte la campera. Después de una hora, yo estaba subiendo la escalera y bajaste justo al lado mio, estabas silbando, traté de no mirarte para hacerme la que no le importaba. Aunque debo admitir que me importabas y mucho. Cuando llegué al segundo piso, miré por la ventana y estabas de nuevo. Bailando, charlando y jodiendo con tus amigos en el patio. Te miraba y sonreía sin pensar. Ya a la tarde, estaba saliendo del colegio con la esperanza de verte. No estabas, sólo estaban tus amigos. Quise esperar, sólo para ver si aparecías, pero ya habían pasado cinco minutos y no estabas por ningún lado. Fue por eso que decidí irme, avergonzada conmigo misma.
"Pero nunca era suficiente..."