martes, 28 de febrero de 2012


Estoy un poco cansada de ser la pibita tranquila que nadie conoce y que siempre sobra. Hay muchos cambios que son para mal, pero estoy segura que este cambio que voy a hacer va a ser para bien. Siempre fui demasiado buena y así me va en la vida, algunos me boludearon bastante. La vida me enseñó que si sos buena no marcas nada en el mundo, por eso este cambio que estoy haciendo es por mi bien. La Sofi buena que prefiere que todos estén bien esta quedando atrás. No me va a importar el qué dirán. No es mejor, ni peor.  Las personas me van a conocer más, mi lado rebelde está saliendo a la luz.

miércoles, 22 de febrero de 2012


Como quisiera detener el tiempo y tenerte para siempre ya que mi miedo es perderte.

martes, 21 de febrero de 2012


¿Por qué no expresamos nuestros sentimientos? ¿Por qué guardamos lo que pensamos? Necesito gritar que te quiero pero es el silencio el que me gana.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Ya se que no me conocés ni yo te vi en persona, pero quisiera que sientas lo mismo por mí de lo que siento yo por vos. Daría cualquier cosa por estar, aunque sea un día con vos, y ahí decirte mis pensamientos, sabiendo que mucho no vas a poder entenderme. Mataría por pasar un rato juntos, caminar, hablar, reírnos, darnos a conocer. Cantaríamos juntos hasta el amanecer. Te pediría que me tocaras alguna canción en tu guitarra y quedaría hipnotizada por la música. Lo más triste es que todo esto que siento es en vano.

martes, 14 de febrero de 2012

¿Por qué me tratás así? ¿No entendés que ya crecí? Ya el tiempo pasó y todo cambió. Sos un chico que no entiende, ni aunque te lo digan de frente. Puede ser que sepas lo que pienso, pero nunca lo que siento. Ya no soy esa niña, ¿no lo entendés? ¿Cuándo vas a activar? A ver si un día de estos me sorprendés. Los dos dejamos de ser chicos y las miradas no son las mismas. Dejá de mirarme así o mi forma de reaccionar puede ser distinta. Sos tan raro y eso me atrae. Pero de verdad, no se qué hacer...


sábado, 11 de febrero de 2012

En su momento todo fue felicidad. Cuando estaba con él me sentía a salvo. En sus brazos descanzaba en paz. Las risas, los besos, las palabras. Eran momentos en los que yo de verdad me sentía bien, confiada, contenta y a salvo. Con cada salida que hacíamos nos ibamos conociendo más. Fue casi perfecto. Nos divertíamos y la pasábamos muy bien juntos.
Pero ese verano, que parecía mágico, terminó. Y me di cuenta que todos esos momentos que pasamos juntos  quedaron allá, cerca del mar. Mi cabeza no paraba de pensar en qué era lo mejor para mí, pero me di cuenta que esto no da para más. Tan solo fue un amor de verano.

viernes, 10 de febrero de 2012


Escapar hacia el Polo Norte...
pero con ella.